miércoles, 26 de febrero de 2014

Gallocanta (I): ¡¡¡ Grus canadensis !!!

Ayer día 25 de febrero decidí pegarme un par de días de pajareo fuera de mi zona habitual.
Me decanté por Gallocanta, antes de que partieran las grullas hacia sus lugares de cría en el norte de Europa. Al parecer hacía cuatro días o así que ya se fueron un buen número de ellas, así que al resto (unas 45.000 me dijeron) no le quedaban muchos días de estancia en la localidad zaragozana (aunque parte de la laguna pertenece a Teruel).

De camino paré en varios sitios en la provincia de Guadalajara para apuntarme alguna cosilla para mi big year nacional (paradas por otra parte poco productivas), así que llegué a Gallocanta a eso de las cuatro de la tarde o así.

Después de echar un vistazo por la zona de Los Aguanares y La Ermita decidí quedarme en la zona del Pico de los Ojos, pues con el murete de piedra de al lado del camino podía resguardarme del fuerte y frío viento que hacía. No era el único así que en media horilla nos juntamos unos cuantos pajareros y fue entonces cuando me enteré que habían visto a la canadensis (Felipe Rosado, Luis Salguero, Demetrio Vidal) cerca de la gasolinera de Las Cuerlas. Posteriormente se la había visto por la zona de la Reguera y estaban tratando de relocalizarla pues había volado, imagino que entre centenares de grullas comunes. Tras un buen rato de repasar grullas observé un grupo que había volado hasta una pradera en el mismo pueblo de Gallocanta y como quedaba ya poquito para que se pusiera el sol decidí irme hacia allí a ver si era capaz de obtener alguna fotillo decente y a recogerme.

Al día siguiente madrugué con intención de ir a buscarla, pero cual fue mi sorpresa cuando salgo del hostal y está cayendo un nevazo serio, el coche cubierto, el parabrisas y los limpias helados, así que toca rascar y ponerme en marcha.

Fotografié un grupete en las cercanías del pueblo con el aliciente de la nieve y me puse a buscar.

Es la hora de desayunar para las grullas así que no hay casi ninguna en la laguna, están todas por los alrededores. Subo a la ermita y empiezo a escrutar una por una, nada... en la zona del observatorio de Los Ojos hay otro grupo, tampoco. Son las diez y soy yo el que me voy a desayunar al pueblo.

Me vuelvo a poner en marcha a las once, muchas grullas han vuelto al perímetro lagunar, así que sigo buscando... en La Ermita, en Los Ojos, nada de nada. Llego a Las Cuerlas y decido acercarme a la zona de la gasolinera. Hay un par de grupos grandes en el cruce pero tampoco parece estar aquí, ¿se me habrá pasado por alto?... porque parece fácil pero es como buscar una aguja en el pajar. Vuelvo para mirar las choperas cercanas a Las Cuerlas y como no encuentro nada decido ir a Gallocanta y si de camino la veo bien, sino abandono... menudo bimbero.

Vaya hombre, ahora hay un gran grupo en la zona de Las Regueras, pero ya no vuelvo, intento observarlas desde la zona de Los Ojos pero están lejísimos y con la reverberación óptica es casi imposible. Coño, viene una furgoneta, ¡y deprisa! el coche en mitad del medio, el telescopio igual. Voy a retirarlos del camino para que pase y algo me llama la atención en el cielo, lejos, muy lejos, alto, muy alto... una rapaz, dos, tres... hasta nueve o diez ¿abejero europeo? joder que pronto... ¿seguro? voy a echar mano del telescopio para observarlos pero la furgoneta ya está aquí y tengo que quitar el telescopio y el coche.

Me aparto, el conductor baja la ventanilla y sin mediar palabra me pregunta si estoy buscando a la canadiense. Asiento y sin darme tiempo a comentar nada más me dice... ¡¡que la tienen, que les siga rápido!!
Cuando quiero dar la vuelta al coche en el estrecho camino ya casi ni les veo... ¡joder, voy a perderlos!
Llego a Las Cuerlas y no se hacia donde se han dirigido... ¡amosnomejodaaaas!... allí están, ¡ufff! van al observatorio de La Reguera.
Cuando llego cruzo los dedos para que no levante el vuelo, agarro los trastos, subo los escalones y allí están Ferrán López y Rafa Armada (los de la furgoneta) junto con José Portillo que ha sido quien la ha relocalizado y les ha avisado.

Miro por su telescopio y ... allí está, ¡¡¡bimbo!!! Coloco mis trastos a ver si la encuentro y la puedo afotar... ¡¡¡sí!!!, testimonial claro está...


Llegué a tiempo porque unos pocos minutos de observación y levantó el vuelo junto con el grupo en el que se encontraba. En ese rato me dí cuenta de que su vida no es fácil pues a la mínima una o varias grullas la ponen en su sitio.



Es un raro divagante que inverna en el sur de Estados Unidos y norte de Méjico. En verano regresa a sus colonias de cría en Alaska, Canadá y Siberia, aunque hay poblaciones sedentarias en Florida y Cuba.



En España hay unas pocas citas para esta especie. Da la casualidad que el año pasado fue observada en Gallocanta los mismos días de febrero que este año, y que el último día que se la vió, el 26 de febrero, nevó al igual que hizo esta mañana de 26 de febrero, un año después. El mismo ejemplar fue relocalizado en Finlandia el 7 de mayo, identificado por tener el mismo patrón de decoloración en varias secundarias.



Muchas gracias a Ferrán López y Rafa Armada por indicarme su localización y a José Portillo por relocalizarla y porque si no es por las cañas que nos tomamos para celebrar el bimbo, me olvido en el hostal el carné de identidad.

Un saludote y gracias por seguir el blog.

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