El primero de los días llegué sobre las ocho y cuarto de la mañana. Al llegar a Velilla pude observar como un grupo de unas 60 gaviotas sombrías abandonaba la zona, que seguramente usen como dormidero.
Al pasar por El Raso pude observar únicamente un ejemplar de gaviota sombría posada sobre la superficie de la laguna. En el Jarama a la altura de la laguna de El Raso había un par de grupos de anátidas compuesto por varias cercetas, azulones, porrones comunes y una pareja de frisos. También se podían ver fochas, zampullines chicos y cormoranes comunes en unos bloques junto al río.
Más adelante se podían observar más grupos dispersos de anátidas, entre los que se dejaba ver algún porrón moñudo.
Los patos cucharas por el contrario preferían la tranquilidad de la laguna del Picón de los Conejos, como esta parejita:
Y esta hembra:
Igual que este grupo de cormoranes comunes:
Al final lo conseguí, aunque no en la postura que me hubiera gustado:
Al rato se largaron y pasé el rato escuchando a un cetia ruiseñor que nunca aparecía y observando a esta lavandera cascadeña que estaba en la otra orilla:
Y una bonita hembra de porrón común:
Finalmente desaparecieron, salí de mi posadero y recogí los trastos. Por el camino de vuelta pude ver entre otros pájaros numerosos mosquiteros comunes y musicales entre los tarays, pinzones comunes, y varios grupos de escandalosas cotorras argentinas. Además ya en el río un par de garzas reales y alguna garcilla boyera volando.
Y hasta aquí lo acontecido el día 20 de diciembre. El 26 de diciembre me deparaba alguna sorpresilla pero eso será en la próxima entrada.
Un saludote y gracias por seguir el blog.
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